lunes, 30 de junio de 2014

Dos

Ad ignorantiam, Onus Probando y la Tetera de Russell.

Ad ignorantiam o el Argumento de la Ignorancia.
Un argumento ad ignorantiam o argumentum ad ignorantiam, es una falacia lógica consistente en afirmar la verdad de una proposición sólo porque no se ha probado su falsedad o bien afirmar su falsedad por no haberse podido probar como verdadera. Es decir, se declara la verdad o falsedad de una premisa basándose en la ignorancia existente sobre ella. El clásico ejemplo es el argumento que utilizan frecuentemente los Creyentes Cristianos “Tú no puedes probar que Dios no existe”
El ad ignorantiam es conocido como el “Argumento de la ignorancia”
Un argumento ad ignorantiam tiene dos posibles estructuras.
En la primera, se siguen los siguientes pasos:
1. Se afirma A;
2. No se tienen pruebas para refutar A,
3. Por lo tanto, A es verdadero.
En cambio, en la segunda:
1. Se afirma A;
2. No se tienen pruebas para afirmar A,
3. Por lo tanto, A es falso.
(En nuestro caso A = Dios)
Se trata de un argumento por la ignorancia. Incurrimos en él cuando afirmamos la verdad de una proposición sobre la base de que no se ha demostrado su falsedad o a la inversa.
La falacia ad ignorantiam puede darse cuando se trata de un objeto sobre el que predomina la ignorancia de la sociedad o de la ciencia respecto de sus propiedades o cualquier aspecto estudiable de él. Consiste en argumentar que una proposición es falsa porque no hay pruebas que indiquen que es verdadera, cuando lo único que demuestra el hecho de que no haya pruebas que confirmen o no una proposición es que no se puede determinar su verdad o falsedad.
Esta falacia se da especialmente cuando uno afirma que algo es verdad sólo porque no se ha probado como falso, o que algo es falso sólo porque no se ha probado como verdadero. La verdad o falsedad de una aseveración depende de la evidencia que la soporte o la refute, no de la carencia de soporte o refutación de lo opuesto a tal aseveración. Yo no puedo demostrar que la Teoría de la Relatividad de Einstein es correcta, pero eso es irrelevante a la verdad o falsedad de la teoría. No puedo demostrar que los extraterrestres nunca hayan visitado este planeta, pero eso no tiene relevancia respecto al asunto de si la afirmación es cierta o no.
Dos ejemplos:
* El purgatorio existe porque nadie ha demostrado lo contrario.
* No hay vida en Saturno porque nadie ha demostrado que la haya.
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Onus Probandi o La Carga de la Prueba.
Este principio enuncia que la "carga de la prueba" está en la persona que afirma la verdad de una proposición. Si yo le digo: X es verdad, yo soy intelectualmente responsable de proveer o proporcionar algún tipo de razonamiento para que la acepte. Si yo no le proporciono alguna razón o le proporciono razonamientos que son inválidos, usted tiene la legítima justificación de rechazar mi demanda de conocimiento y declararla como infundada y/o irracional. Este es probablemente, el principio más importante con respecto a la defensa de ateísmo. El teísta sostiene una proposición afirmativa: él afirma que un Dios o dioses existen. La carga de la prueba cae completamente sobre el teísta, y ahora debe proveer o demostrar la racionalidad de esa afirmación. No depende de mí o de cualquier Ateo, demostrar que un Dios no existe.
El Ateo no tiene la carga de la prueba; el religioso la tiene. El Ateo no está afirmando la verdad o existencia de algo; el Ateo desafía al teísta a que declare la verdad. La única responsabilidad del Ateo en esto consiste en examinar los puntos de vista del teísta críticamente; Someterlo al escrutinio racional, y aceptarlos o rechazarlos en esa base. Ésa es la única responsabilidad del Incrédulo.
Como Ateo uno debería de responder de la siguiente manera cuando se presentan esas situaciones donde se exijan pruebas de negativos:
"Usted ha hecho una aserción. Es su responsabilidad demostrar la validez de esa aserción. Si sus afirmaciones se sostienen, es usted entonces, racional. Si sus afirmaciones no se sostienen y usted continua creyendo en ellas como lo hace, entonces usted esta siendo irracional."
Si en una conversación Ateo – Creyente se busca utilizar la razón y la lógica, generalmente se desarrolla de la siguiente manera.
- Creyente: " ¡Bien, usted no puede decir que Dios no existe! ",
- Ateo: ¿Cree Usted en el dios del Zoroastrismo?, ¿Cree usted en Alá?, ¿Cree usted en Zeus?
Hay literalmente cientos de dioses en los cuales el cristiano no cree. El mismo cristiano diría que esos dioses no existen. Bueno, ¿Como sabe eso el Cristiano? Si él se atreve a declarar de que nosotros no podemos saber si un Dios no existe, entonces, ¿como el puede decir que Zeus no existe? Bueno, por supuesto, el Cristiano puede decir en respuesta: "¡Porque es ridículo! Todos sabemos que Zeus no existe. Que es una idea mítica". El continuará así y dará buenos argumentos, los cuales si uno los aplica a su propia creencia, lo demolería totalmente. Los monoteístas, las personas que creen en un solo dios, están muy cerca de ser ateos. Están a un solo paso del ateísmo. Todo lo que hay que hacer es deshacerse de ese ultimo Dios y entonces habrán cruzado la línea. Todo lo que hay que hacer es pedirle al Cristiano que aplique sus mismas normas por las cuales rechaza a los cientos de dioses que se han ofrecido a lo largo de la historia de la humanidad y que los aplique a sus propias creencias, y entonces demolerá esa creencia también.
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La Tetera de Russel.
Bertrand Russell el famoso escritor, filosofo y matemático Británico enfocó este asunto con un argumento que hoy es conocido como “La Tetera de Russell”, publicado en su articulo "¿Existe un Dios?", donde formuló esta conocida analogía que se expresa como sigue:
"Si yo sugiriera que entre la Tierra y Marte hay una tetera de porcelana que gira alrededor del Sol en una órbita elíptica, nadie podría refutar mi aseveración, siempre que me cuidara de añadir que la tetera es demasiado pequeña como para ser vista aún por los telescopios más potentes. Pero si yo dijera que, puesto que mi aseveración no puede ser refutada, dudar de ella es de una presuntuosidad intolerable por parte de la razón humana, se pensaría con toda razón que estoy diciendo tonterías. Sin embargo, si la existencia de tal tetera se afirmara en libros antiguos, si se enseñara cada domingo como verdad sagrada, si se instalara en la mente de los niños en la escuela, la vacilación para creer en su existencia sería un signo de excentricidad, y quien dudara merecería la atención de un psiquiatra en un tiempo iluminado, o la del inquisidor en tiempos anteriores".
Es decir, si yo le digo a alguien: “Hay una tetera flotando entre la Tierra y Marte, ¡Demuéstrame que no existe” sin duda la otra persona no podrá, aunque este bien segura por razones lógicas que es imposible que exista. Es exactamente el mismo caso con los cristianos y sus exigencias de “Pruebas de no existencia” Utilizar este argumento para afirmar la existencia de algo es una vulgar falacia y falta de sentido común.
Veamos un pequeño video donde Richard Dawkins nos habla brevemente del “Argumento de la tetera de Russell”

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